domingo, 20 de diciembre de 2009

Real Madrid 6 - Zaragoza 0


El Real Madrid empieza a gustarse, se mira al espejo y le agrada lo que ve. Han desaparecido las arrugas, las ojeras y ese aspecto desaliñado que inspiraba tan poca confianza. Ahora se maneja con el porte de un dandy, con la autoridad de quien se cree capaz de conseguirlo todo y no ve límites a su poderío. Viste con un traje hecho a medida, cuando antes las mangas de la americana eran demasiado largas y los pantalones apenas le llegaban a los tobillos. Manuel Pellegrini es ese estilista que ha lavado la imagen a este equipo, el sastre que ha confeccionado este traje que tan bien le sienta. Después de muchas dudas y demasiadas pruebas, ya sabemos que en cada partido el Madrid jugará con un 4-4-2, que conserva cierto desequilibrio todavía en la banda derecha. Pueden variar las piezas, pero la percha siempre será la misma.

Sentadas las bases, construida la estructura, sólo queda ajustar todas las piezas. Y en ese proceso de acoplamiento el Madrid pasó el rodillo por encima del pusilánime Zaragoza, un conjunto endeble en defensa, sin personalidad en el centro del campo e inexistente en ataque. No es casualidad que el Zaragoza sea el equipo más goleada de Primera y Segunda. Demasiada inocencia como para que el Madrid la desperdiciara. No lo hizo, claro. Ocupó bien los espacios, tocó con sentido y hasta con gusto y exhibió esa pegada tan característica y contra la que apenas hay antídoto. Fue el dueño absoluto de un encuentro en el que no tuvo rival y que ganó de principio a fin, con una sencillez y una facilidad abrumadoras.

Y lo hizo el día que le faltaban sus dos grandes pensadores, Xabi Alonso y Kaká. Ausentes los hombres que deben mover al equipo en el centro del campo, el Madrid optó por transiciones rápidas en la zona media. La pelota llegó con velocidad a los pies de Cristiano Ronaldo, Van der Vaart o Marcelo y apenas lo tocaron Diarra y Lass. La situación ideal para el Madrid. En ataque volvió a lucirse Higuaín, quien firmó otro doblete. En el día de su cumpleaños, Benzema recibió como 'regalo' de Pellegrini una nueva suplencia y para completar su 'fiesta', las velas de la tarta las encendió Higuaín con esos dos nuevos tantos.

No era el día para medir a Garay como sustituto de Pepe, porque el Zaragoza ni amagó ni asustó en ataque. Bien podía haber dado vacaciones anticipadas Pellegrini a toda su defensa.

La maquinaria del Madrid apenas tardó tres minutos en ponerse en funcionamiento. Marcelo, que no para de crecer como interior, se disfrazó de Laudrup para firmar un pase entre líneas y a la espalda de Pavón y Ayala, nefastos toda la noche, que permitió a Higuaín abrir la goleada. Se volvió a gustar apenas 20 minutos después el brasileño, que regaló a Van der Vaart un nuevo pase a la espalda de la zaga rival. El holandés no perdonó y repitió apenas un instante después para lograr el tercero y cerrar el partido, por si había dudas, después de un pase lateral de Ramos.

Con el viento a favor, crecido por el resultado y por las facilidades que le concedía el rival, el Madrid no se detuvo ahí. Apenas superada la media hora, Higuaín consiguió a la media vuelta el mejor tanto de la noche. Sorprendió a López Vallejo, que en toda la noche sólo tocó el balón para sacarlo de su portería. Y lo tocó más que algunos compañeros.

El paso por los vestuarios no sació la voracidad del Madrid ni sirvió para espabilar al Zaragoza, que sin apenas tiempo para situarse sobre el campo recibió el quinto. Lo firmó Cristiano Ronaldo, que con un recorte se deshizo de dos defensas y el portero y mandó el balón lejos de López Vallejo.

Llegó el tiempo de repartir minutos, de dar descanso a los más castigados. Con todo solucionado, Pellegrini retiró a Higuaín y Marcelo y dio entrada a Raúl y Benzema. El francés aprovechó la media hora de la que dispuso y completó la goleada con el sexto de la noche, un buen gol. No tuvo la misma presencia en el juego Raúl, cuya aportación apenas da para considerarla anecdótica. Algo más se dejó ver Granero, sustituto el último cuarto de hora del renacido Van der Vaart.

Se gustó y gustó el Madrid, que cierra el año con una mejoría de su juego inesperada. Aunque tampoco se debe ocultar, que golear al Zaragoza era tan fácil como engañar a un niño.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Pepe estará seis meses de baja


Se confirmaron los peores pronósticos. Pepe tiene roto el ligamento cruzado de la rodilla derecha y estará seis meses de baja, por lo que no jugará más esta temporada ni el Mundial de Sudáfrica. El central portugués se sometió esta mañana a una resonancia en la Clínica Sanitas La Moraleja tras caer lesionado ante el Valencia después de una mala caída al apoyar el pie derecho.

Jorge Valdano confirmó que Pepe tendrá que pasar por el quirófano en los próximos días y no descartó que el Real Madrid acuda al mercado de invierno para fichar a un central. La baja de Pepe obligará a Pellegrini a contar de nuevo con Garay para acompañar a Albiol en el centro de la defensa para el choque ante el Zaragoza.

Además, el chileno tendrá que ir pensando en recuperar a Metzelder, ahora lesionado y con quien no cuenta desde el partido en Alcorcón.

Valencia 2 - Real Madrid 3


El Real Madrid eligió el escenario más hostil, el territorio más inhóspito para mostrar su mejor versión del curso. Fue un equipo de verdad, ordenado, que supo esconder las carencias que aún tiene y explotar sus virtudes. Y lo hizo sin Cristiano Ronaldo y sin Kaká, de los que lejos del Bernabéu preocupan más lo que costaron que sus cualidades. Asumió Higuaín responsabilidades que habitualmente corresponden a otros, como viene haciendo desde que llegó desde Buenos Aires, y firmó dos nuevos goles. Estuvo también a la altura de lo que se espera de él Benzema, autor del jugadón que permitió el primer gol del Madrid y que durante toda la noche aportó muchas más soluciones que problemas. En su duelo con Villa, el francés no marcó pero brilló más y ayudó a su equipo a sumar tres puntos de gran valor. Y hasta apareció Garay para certificar un merecido triunfo y hacer olvidar, aunque sólo fuera por un instante, la grave lesión de Pepe, a quien se le puede haber acabado la temporada, con Mundial incluido.

El Madrid afrontó el encuentro y las bajas desde la normalidad, quizá porque para él, éste es sólo un partido más en el calendario. Todo lo contrario que el Valencia, que vive estos enfrentamientos con una excitación especial, algo que le perjudica más que le favorece y que carga al equipo con una ansiedad que en nada le beneficia. El Madrid más solidario y brillante tácticamente de la temporada se lució en Mestalla. Xabi Alonso y Lass, con la inestimable ayuda de Marcelo, un gran interior y un mal lateral, fueron el soporte de todo el equipo y completaron un encuentro magnífico. En el quite y en la distribución y organización el primero y la presión, en las ayudas, en los relevos a Ramos, y a todo el que lo necesitara, el francés.

También tuvo el Madrid momentos de buen fútbol y tan centrado estuvo el equipo en su trabajo que supo sobreponerse a los dos graves fallos que cometió Casillas y que permitieron los goles de Villa y de Joaquín. Se humanizó Iker.

Se vio a un gran Madrid ante una versión no demasiado buena Valencia, que tuvo un inicio intenso, intimidatorio. Pero este Madrid no se asusta por nada y después de un cuarto de hora de desconcierto, que los locales no supieron aprovechar, los de Manuel Pellegrini recompusieron su figura, tuvieron más el balón y el Valencia comenzó a diluirse. Se agazapó atrás, cerca de César, a la espera de un contragolpe que nunca llegó. Al comienzo se mostraron con frecuencia Villa y Pablo Hernández. Luego quienes más aparecieron fueron Albelda y Marchena. Clase al principio y tacos afilados después. Son dos equipos que viven en uno. El bueno, el que puede llegar a producir admiración y tiene potencial para luchar por estar con los mejores, es el primero. Si el Valencia elige el primer camino puede llegar lejos en esta Liga, pero si se decido por el segundo, su viaje será a ninguna parte.

Fue una primera parte intensa, muy entretenida, pero sin apenas ocasiones. Demasiados fuegos artificiales, con dos equipos viviendo en el alambre del fuera de juego. No protestó el Madrid un gol anulado a Benzema por fuera de juego de Pepe, ni se crispó en exceso el Valencia por los señalados a Mata o Pablo Hernández. Acertó Teixeira Vitienes en todas esas decisiones.

Antes de alcanzar los vestuarios llegó la peor de las noticias, esa lesión de Pepe que quizá rompa la defensa del Madrid para toda la temporada. Le sustituyó Garay, que no desentonó al lado de un excelente Albiol, rápido y preciso en los cortes.

El inicio del segundo tiempo marcó lo que sería el partido de ahí al final. Un ida y vuelta constante, sin pausa, sin concesiones al rival, un choque de una gran intensidad en el que el Madrid supo manejarse con más categoría.

Una magnífica jugada por la derecha de Benzema, que hizo un lío a Bruno, permitió a Higuaín abrir el marcador. Quinta jornada consecutiva en la que marca el argentino, que repitió apenas diez minutos después, tras aprovechar un preciso pase de Marcelo a la espalda de Dealbert. Entre medias, apareció Villa, por primera y casi única vez en toda la noche, para meterse entre los dos centrales y aprovechar el error de Casillas en la salida para cabecear a gol el medido pase de Mathieu.

No había tiempo para lamentarse, no era el día. El partido ya hacía tiempo que estaba roto, o al menos eso creía el Valencia, que sólo se veía capaz de sacar algún provecho en medio de la locura. Se equivocaba, pese a que un nuevo error de Casillas permitió empatar a Joaquín. Faltaban diez minutos, pero el Madrid, en el que Raúl había sustituido a Van der Vaart, sólo necesitó tres para asegurarse el triunfo con el ya mencionado tanto de Garay.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Kaká tendrá un plan de trabajo en vacaciones


Kaká tendrá un plan específico de recuperación durante sus vacaciones navideñas en Brasil diseñado por los servicios médicos del Real Madrid. El jugador se sometió a una resonancia magnética para comprobar el alcance de su pubalgia una vez que la inflamación remitió.

En la exploración se apreció que no tiene ningún músculo dañado, lo que acortará la rehabilitación, que no se detendrá durante el descanso navideño, porque trabajará en Brasil con un fisoterapeuta de su confianza en el plan que le ha preparado el club. Progresivamente se le irá aumentando la carga de trabajo.

Kaka jugó frente al Barcelona su último partido con el Real Madrid. Después, la pubalgia le impidió estar ante el Almería y el Marsella y tampocó jugará los dos últimos partidos del año, contra el Valencia y el Zaragoza.

martes, 8 de diciembre de 2009

O.Marsella 1 - Real Madrid 3


El Real Madrid sobrevivió a la batalla que le planteó el Marsella, un conjunto sin fútbol, que cuando discute se olvida del balón y no mira a los ojos del rival, sino a los tobillos. Plantearon los franceses un partido áspero, de esos que no admiten actitudes tímidas y descubren a los que todavía son niños en un mundo de adultos. No se arrugó el Madrid, plantó cara al Marsella, aguantó las muchas patadas que permitió el mediocre árbitro Stark, esquivó otras y se garantizó la clasificación para octavos de final como primero de grupo. Le bastaron un buen gol de falta y otro de oportunista de Cristiano y una inesperada aparición de Albiol en ataque para ganar el combate, porque eso es lo que fue el encuentro. Todo el Madrid celebró la clasificación y los goles del portugués.

El partido fue una penitencia para los buenos aficionados y requirió grandes dosis de paciencia para seguirlo con atención de principio a fin. No se habló de fútbol, ni en el césped ni en la grada. Fue otra cosa, sin que uno se atreva a definirlo con acierto. El Marsella repartió palos a los rivales y pelotazos sin sentido, como si de un prehistórico conjunto británico se tratara. A eso se reduce su juego y ya estamos siendo generosos calificándolo así. Y si lo que se vio en el césped fue un horror, lo que sucedió en la grada fue lamentable. Punteros láser, petardos y lanzamiento de todo tipo de objetos. Y los futbolistas del Madrid como objetivo. Inadmisible. Pero es Marsella, es Francia, y la UEFA que dirige Michel Platini no intervendrá. Si lo hiciera sería noticia.

El Madrid supo adaptarse a este ambiente tan hostil y aunque su fútbol está lejos de ser brillante y está tomando un peligroso tono gris, tiene la suerte de contar con Cristiano Ronaldo, un futbolista sublime, desequilibrante y al que sólo Messi le puede discutir su condición de mejor jugador del mundo. Ellos dos dominan este deporte con una autoridad indiscutible. Para unos será mejor Cristiano y para otros lo será Messi. Lo que es incuestionable es que son los más grandes.

Los dos últimos partidos han despejado las pocas dudas que había sobre el tema. Cristiano Ronaldo va por un camino y el resto del equipo por otro. Para lo bueno y para lo malo. Le sobra vedettismo, algunos adornos y ciertas actitudes, como no celebrar los goles de sus compañeros, pero los goles se le caen a puñados y en los pocos más de tres encuentros que ha disputado en Liga de Campeones ha marcado seis goles. Juega a una velocidad superior a sus compañeros y cuando él está en el campo el Madrid es otro. Su fútbol sigue estando lejos de la excelencia, pero gana los partidos. Con Cristiano en el campo y en plena forma es más difícil que pierda el Madrid. El potencial ofensivo del portugués maquilla las arrugas del conjunto.

Apareció a los cinco minutos para marcar de falta. Un buen gol al que alguien siempre encontrará una pega para ponerle. Cuando Cristiano lanza una falta, los porteros parecen peores. A lo mejor resulta que más que demérito de los guardametas es mérito del portugués.

Recompuso su maltrecha figura el Marsella y empató apenas cinco minutos después. Taiwo superó con facilidad en carrera a Ramos, puso el balón para que cabeceara Brandao y entre Albiol y Arbeloa facilitaron el gol de Lucho. No pudo defender peor el Madrid esa acción. Por suerte para ellos, jugadas como esa el Marsella sólo las firma cada muchos partidos. Asustó poco después, pero el gol de Brandao estuvo bien anulado por fuera de juego.

Surgió entonces la amenazante figura de Cristiano, que siempre aparece cuando su equipo parece más despistado. Un espectacular remate suyo de cabeza se estrelló en el poste y entre Higuaín, Pepe y Ramos fueron incapaces de rematar con acierto en el área pequeña.

De ahí descanso la pelota viajó sin rumbo fijo de un campo a otro, sin que nadie fuera capaz de poner un mínimo de pausa y cordura. El combate, como ya quedó apuntado, era sin balón. Hubo alguna arrancada aislada, como la de Marcelo ya en el tiempo añadido. Reclamó penalti el brasileño, quien entendió que fue desequilibrado al golpear un balón ya dentro del área. No hubo falta.

El desolador panorama no mejoró después de pasar por los vestuarios. El paso de los minutos calmó la efusividad del Marsella, que cuando se vio de nuevo por debajo en el marcador no encontró argumentos para revertir la situación. Un cambio de juego de Higuaín, en lo poco bueno que hizo en toda la noche, dejó a Marcelo frente a Mandanda, que despejó el tiro del brasileño, quien no vio o no quiso ver a Van der Vaart. En el córner llegó el gol de Albiol, que aprovechó un balón suelto en el área, y dada la ceguera ofensiva del Marsella ahí pareció acabarse el encuentro.

Sin embargo, Casillas no era de la misma opinión y cometió un penalti tan absurdo como claro sobre Niang, que salió con el hombro maltrecho del choque y se tuvo que retirar. El Marsella no aceptó el regalo y el lanzamiento lo mandó la larguero Lucho.

Movió piezas Pellegrini, que dio minutos a Benzema y Raúl, sustitutos de Higuaín y de Van de Vaart, que completó un encuentro más que decente. No se notaron los cambios y los nuevos apenas aportaron nada, como tampoco lo hizo después Diarra cuando entró por Xabi.

Al final, como al principio, el protagonismo estuvo reservado para Cristiano. Después de un buen pase de Lass, Cristiano, Diawara y Mandanda chocaron en su lucha por el balón, que quedó suelto y el portugués, más listo que nadie, marcó a puerta vacía.

O.Marsella - Real Madrid: La primera "final" hacia la Décima


El francés Karim Benzema, como anunció hoy AS en su edición impresa, se queda en el banquillo en el partido que esta noche el Real Madrid juega en el Veledrome ante el Olympique de Marsella y en el que busca certificar su pase a los octavos de final de la Champions League.

El chileno presentará el mismo equipo que derrotó el sábado al Almería con un solo cambio: Lass, sancionado en la Liga, regresa al once y sale de él Granero. El holandés Van der Vaart repite como sustituto de Kaká.

La alineación inicial del Madrid está formada por Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa; Lass, Xabi Alonso, Marcelo; Van der Vaart; Cristiano Ronaldo e Higuaín. En el banquillo se quedan Dudek, Garay, Drenthe, Granero, Gago, Diarra, Raúl y Benzema.

En el Marsella, está previsto que jueguen Mandanda; Bonnart, S. Diawara, Heinze, Taiwo; Lucho González, Edouard Cissé, Benoit Cheyrou; Abriel, Niang; y Brandao. M'Bia, lesionado en un tobillo, se quedará en el banquillo.

Por otro lado, Diawara, el zaguero que lesionó a Cristiano Ronaldo con su entrada en el duelo del Bernabéu, fue ovacionado en el momento en que llegó al Velodrome.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Kaká: "No logramos divertirnos"


Kaká reconoció que su equipo sigue "buscando una identidad de juego" y que, mientras la encuentra, sus jugadores no logran divertirse.

"En el Real Madrid estamos buscando una identidad de juego, pero no es fácil, no logramos divertirnos y lo sentimos", aseguró en el segundo canal televisivo de la Radio Televisión Italiana (RAI), en un programa deportivo que analiza la actualidad en clave de humor.

Kaká pidió tiempo para que el proyecto creado por Florentino Pérez funcione sin fallos, y admitió que en estos momentos no pueden alcanzar el nivel de juego de su gran rival, el Barcelona.

"No es fácil crear un equipo. No basta con fichar sólo jugadores. El Barcelona juega junto desde hace años y nosotros tenemos ocho o nueve jugadores nuevos. Para crear un grupo se precisa un poco de tiempo", manifestó.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Kaká no viaja a Marsella


Se confirma la baja de Kaká para el partido de Champions del próximo martes ante el Olympique en Marsella. El brasileño no se ha recuperado a tiempo de la pubalgia que ya le hizo perderse el partido ante el Almería.

Manuel Pellegrini tampoco ha podido convocar a los lesionados Ruud Van Nistelrooy, Christoph Metzelder y José María Gutiérrez 'Guti'. El holandés sufre una sobrecarga en el triceps sural izquierdo, el alemán arrastra una contractura en los isquiosurales derechos, mientras que el '14' tiene una contusión con hematoma en el cuádriceps izquierdo.

Por tanto, la lista de 20 futbolistas que viajarán a Marsella para medirse al Olympique la forman: Casillas, Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Gago, Diarrà, Raúl, Cristiano Ronaldo, Lass, Benzema, Marcelo, Dudek, Drenthe, Albiol, Garay, Higuaín, Xabi Alonso, Van der Vaart, Granero y Adán.

Antes de ofrecer la lista de convocados, Pellegrini preparó un entrenamiento de recuperación en el que los titulares se separaron para realizar ejercicios específicos y estiramientos, mientras que el resto del grupo trabajó a un ritmo más elevado para comenzar a preparar el decisivo partido europeo en Marsella.

Sólo dos de los titulares frente al Almería estuvieron al margen del resto de sus compañeros y no se ejercitaron sobre el césped de Valdebebas. Xabi Alonso e Higuaín realizaron trabajo específico en el gimnasio y junto a ellos estuvieron Guti, Van Nistelrooy, Metzelder y Kaká, que siguen realizando trabajo específico para recuperarse de las dolencias que no les están permitiendo entrenarse con normalidad durante los últimos días.

La de este domingo es la única sesión que el Real Madrid podrá realizar en Valdebebas. Este lunes, los blancos viajarán hasta Marsella y se entrenarán por segunda vez para preparar el partido en el Stade Velodróme, escenario en el que los blancos se jugarán el martes su presencia en octavos de final de la Champions.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Real Madrid 4 - Almería 2


El Madrid convirtió en thriller un partido que debió ser de carril y acabó convertido un relato de sucesos, casi todos relacionados con Cristiano Ronaldo. El portugués resultó providencial en la remontada blanca, pero acabó perdiendo la cabeza y ganándose una expulsión que le deja fuera del partido de Valencia. En ese alboroto final tuvo que ver la propensión del Madrid a jugar con fuego, aunque ayer prolongara sus buenos momentos más de lo habitual.

El Madrid tuvo el despegue vertical que lleva tres meses esperando el Bernabéu y alargó los muletazos más de lo habitual. Pellegrini entiende que el banquillo lo cura todo: un desplante de Granero, el carácter de Guti, la sequía de Raúl y la depresión de Benzema. Y hay que aplicarlo en varias dosis. Por eso repitió en el banquillo el francés y entró Van der Vaart, que pasó desenchufado su primera temporada en el club y ahora, cuando sólo dispone de ratitos, intenta levantar su carrera.

La cosa funcionó al principio porque el traje le cae como un guante al holandés, que es exactamente lo que se vio ayer: la punta de un rombo por detrás de dos delanteros. Ahí asoman sus dos mejores virtudes: el disparo desde la frontal y el último pase. Porque le falta velocidad para deslizarse a la banda y sentido táctico para jugar como segundo pivote, pero de enganche ofrece imaginación y sorpresa. Y así, con el holandés marcando el paso, Cristiano e Higuaín en punta y Granero y Marcelo haciendo grande el campo, el Madrid gobernó al Almería sin más oposición que la de fantástico Diego Alves, que pesa lo que Messi y Cristiano en el cuadro andaluz.

Pellegrini ha abdicado parcialmente de su renuncia a las bandas. Y perdiendo los principios también se puede ganar mucho. El Madrid buscó a izquierda y derecha y golpeó al marco almeriense con frecuencia. Alves sacó tres disparos en un minuto, Higuaín cruzó demasiado otro tiro franco y Granero remató al muñeco un servicio espectacular entre tres zagueros de Van der Vaart.

Aquello ocurrió antes de que Cristiano matara un cambio de juego de Albiol en la derecha y lo pusiera al borde del área pequeña donde Sergio Ramos, suspendido como un helicóptero medio metro por encima de su marcador, lo mandó a la red. El tanto aparentó importancia porque llegó en esos momentos que tan bien conoce el Bernabéu en los que el equipo se enfría, decae y peligra. Y también porque premió a Sergio Ramos, un futbolista que ha pasado demasiado tiempo lejos de su verdadero valor.

No hubo respuesta del Almería más allá de su portero, santificado de nuevo antes del descanso en dos balazos a quemarropa de Van der Vaart e Higuaín. Nadie había echado de menos a Kaká o Benzema, lo que habla bien de sus recambios y mal de su rendimiento.

El Real Madrid presentará batalla al Barça por Cesc


La batalla está planteada a seis meses vista. Barça y Real Madrid pujarán a final de temporada por el fichaje de Cesc Fábregas. El jugador, después de siete años en Londres, ya tiene prácticamente decidido abandonar el Arsenal el 30 de junio y parece que tiene ya, incluso, el visto bueno de su entrenador, Arsene Wenger, que no le cerraría la puerta de salida en el caso de que un club pague su cotización en el mercado y que nunca sería menor a los 50 millones de euros, como punto de partida.

A priori, parece que el Barcelona puede partir con ventaja en la puja por el pasado azulgrana del futbolista, los muchos amigos que tiene en la actual plantilla y porque su adquisición se ha convertido en la gran baza electoral de los candidatos a la presidencia, hasta el punto de que alguno de ellos, como el ex vicepresidente Sandro Rosell, ya haya hecho un acercamiento al entorno del jugador y haya encontrado además una respuesta positiva.

Ha sido precisamente esta situación la que ha alertado al club blanco. Es el momento de que los técnicos decidan si Cesc interesa y pujar por él a final de temporada. Después ya podría ser tarde.

Los últimos informes que maneja la Dirección Deportiva del Real Madrid, después de escrutar el mercado internacional en los últimos meses, no contemplan que exista un centrocampista más completo para reforzar su centro del campo.

Se le considera el mejor complemento para Xabi Alonso, aunque también se discute sobre su auténtica posición en el campo y se teme una posible coincidencia con la zona de influencia de Kaká que pudiera sugerir alguna incompatibilidad.

El mercado tampoco ofrece muchas alternativas. Gerrard con 29 años ya cumplidos y muy castigado esta temporada por las lesiones, ha dejado de ser una opción, a pesar de lo mucho que le gusta a Florentino Pérez. De la órbita francesa, sólo se puede rescatar a Gourcuff, un hombre que tiene gestos técnicos del mismísimo Zidane, pero que no está ratificando esta temporada todo lo bueno que apuntó la pasada, tanto con el Girondins como con la selección francesa.